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jueves, 31 de agosto de 2017

La comunicación política en Argentina. Desde los microrrelatos a la macroestructura televisiva: un viaje entre estructuras narrativas refractarias.


Por Sergio Cobo.
Universidad de Sevilla.

La necesidad del relato es intrínseca al ser humano desde el comienzo de la historia de la comunicación. A partir de las pinturas rupestres, el Código de Hammurabi, los jeroglíficos egipcios o la historia universal se ha optado por la construcción de una narración. Desde niños cimentamos nuestra realidad basándonos en relatos ficcionales o factuales que nos explican el entorno que nos rodea. Cognitivamente entendemos y recordamos mejor los datos y situaciones cuando hay una historia alrededor. En este contexto, el storytelling habla de la necesidad de narraciones para entender nuestra realidad ya sea desde la más sencilla a la más compleja. Esto lo entendió la hipertelevisión muy pronto y los formatos híbridos se disfrazaban de experimentos sociológicos o antropológicos para ocupar un espacio en los informativos[1].

El juego expresivo se basa en estructuras narrativas que presentan los hechos como lógicos o causales frente al espectador. La espectacularización de la política y su conversión en contenido audiovisual masivo ha provocado que los nuevos formatos audiovisuales no queden fuera de la campaña de los partidos. A este respecto, la cantidad de seguidores en redes sociales como TwitterFacebook o Instagram, se usan para determinar, en algunos casos, el seguimiento o aceptación de los partidos entre los usuarios. Sin embargo, muchos de estos followers no son reales y son cuestionados; un ejemplo de esto son las subidas de seguidores del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy[2]. Así pues, no solo se trata de tener un apoyo masivo, sino además de comprobar la calidad de los seguidores. En este sentido, los llamados bots, o perfiles de bajo perfil, son cuentas creadas con el único propósito de engordar el número de suscriptores. A pesar de que esto, por tanto, nos da una información sesgada y no demasiado útil a nivel cualitativo, todos los partidos luchan por ganar de manera cuantitativa en las redes sociales. Resulta significativo en el caso de Argentina, puesto que la diferencia de seguidores que existe entre la cuenta de Cambiemos con 18000 y la de Unidad Ciudadana con 52500, no se acaba reflejando de igual forma en las urnas. De igual modo, frente a los 4,28 millones de seguidores de Mauricio Macri se sitúan los 5,04 millones de Cristina Kirchner. Esta diferencia sustancial entre partidos y personajes parece apuntar que la presencia en redes sociales se produce de forma más personalista y menos partidista[3].

No obstante, la forma de hacer política ha variado sensiblemente, las cifras son olvidadas y a veces poco relevantes, pues se recurre al relato basado en la emoción. Es por ello que la campaña electoral salta de la televisión a las redes sociales, los debates se convierten en GIFS, memes y en estrategias de marketing, que incluso es aprovechada por alguna empresa audiovisual  -la campaña de promoción de House of Cards en Buenos Aires es un buen ejemplo de ello o la reciente campaña de la tercera temporada de Narcos en Madrid[4]-. 

Es un momento presente donde la micronarrativa y la inmediatez del like parecen primordiales en las estrategias de campaña. Frente a estos microrrelatos me resultaba especialmente interesante ver la estructura narrativa que daba la televisión en Argentina de un período electoral como las  PASO. Paralelamente a las formas contemporáneas de micro–relatos, narrativas y mensajes, la televisión se planteaba como el discurso político clásico con más tiempo para su desarrollo. Un tratamiento televisivo que daría para un artículo de investigación en profundidad pero que se podría resumir de forma crítica-valorativa en una división del relato en tres actos con un final abierto por suspensión.

La noche electoral empezaba en apariencia con un victoria clara del grupo Cambiemos, lo que en un principio se trataba de una estabilidad y reafirmación del gobierno actual. Se podría decir algo así como una continuación de la narrativa seriada que terminó hace dos años con la victoria de Mauricio Macri. En un largometraje, la introducción de los personajes y tramas se produce en los primeros treinta minutos del metraje, donde el espectador puede entender la diégesis. En este caso, si reemplazamos el minutado por escrutinio, podemos ver cómo el primer punto de giro se produce con apenas un treinta por ciento del porcentaje escrutado. En este momento, los presentadores hablan de una victoria de Cambiemos y la formación política festeja su victoria.

El segundo acto del espectáculo televisivo comienza con el vaciado del set de Cambiemos, pasan las doce de la noche y Unidad Ciudadana sigue desaparecida. En este acto los presentadores animan al espectador hablando de una posible remontada de Unidad Ciudadana, que en ese momento parece ciertamente complicada.

No obstante, llega el tercer acto, la televisión espera la aparición de Cristina Kirchner y su discurso. Con una retórica puesta en escena, la candidata habla de victoria ante lo que parece un empate técnico. Hay que recordar que en el primer acto se nos anunciaba a Cambiemos como los vencedores, y ahora Unidad Ciudadana cierra el tercer acto con un discurso de victoria. Mientras los presentadores se cuestionan sobre quién es el auténtico vencedor y discuten sobre esto, la audiencia mira atónita e impaciente el show y la batalla electoral se desarrolla entre los rating de C5N y TN. Mientras tanto, la televisión completa un espectáculo televisivo cargado de detonantes y giros dramáticos. Cómo espectador me siento confuso, no tengo claro si ambos ganaron o ambos perdieron pero consiguieron mantener mi tensión dramática hasta casi las 4:00 de la mañana.


[1]Quizás el caso más relevante en España se produce de la mano de Gran Hermano.  En la siguiente nota se apuntan algunas de las claves del cambio del formato: http://www.unav.edu/web/vida-universitaria/detalle-opinion2/10/04/26/diez-a%C3%B1os-de-gran-hermano?articleId=259424
[2]Para más información acerca de este caso pueden consultar: http://www.eldiario.es/politica/Rajoy-aumenta-seguidores-Twitter-solo_0_299920116.html
[3]A pesar de la aparente victoria en redes de Unidad Ciudadana y Cristina Kirchner es interesante consultar el texto “La ruta digital a la presidencia argentina. Un análisis político e hipermediático de los discursos de Mauricio Macri en las redes sociales”qué analiza las estrategias de comunicación política llevada por Cambiemos y Mauricio Macri en los últimos años y su importancia en la victoria electoral.
 [4]La campaña hace una alusión directa al gobierno español y algunos de los casos de corrupción política. Para más información sobre la campaña de la tercera temporada de Narcos:  http://www.publico.es/tremending/2017/08/27/narcos-netflix-trolea-a-rajoy-con-un-nuevo-cartel-en-la-puerta-del-sol/

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